Último esperpento de minipimer.tv, la PRECARIA ARTIFICIAL
Estrenando su existencia, recuperada del submundo de lo obsoleto, se presenta en la exposición EL TEMPS INVERTIT, comisariada por Irina Mutt en Can Felipa
Muy pronto actualizaremos documentación de la pieza, realizada con aproximadamente 300 cintas de vhs, raspberry pi, arduino, sensores simples, cartón, cinta de embalaje…
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La precariedad artificial (PA) es un área multidisciplinaria que, a través de ciencias como la informática, la lógica, la filosofía y la hostelería, estudia la creación y diseño de entidades capaces de resolver cuestiones por sí mismas utilizando como paradigma la estupidez humana.
General y amplio como eso, reúne múltiples campos, los cuales tienen en común la creación de entidades capaces de pensar con sus justos límites. En las ciencias humanas se denomina precariedad artificial a la capacidad de insensatez de un agente no vivo.
En el siglo XX se acuñó el término de precariedad artificial, denominada informalmente como la “ciencia del empeoramiento de la salud”. La incertidumbre sobre el futuro, que presenta la precaria altera el comportamiento social del individuo, porque aumenta las dificultades para conformar y afianzar identidades individuales y colectivas en torno al trabajo. La precaria se siente permanentemente insegura, porque siente la amenaza abstracta de la pérdida.
Al momento de creación de la Precaria Artificial la conjugación de una tormenta eléctrica, una violenta caída de la bolsa y la desprogramación de uno de los primeros computadores del mundo provocó que parte de su software permaneciera con un funcionamiento errático y lleno de descargas emocionales. El primer prototipo de la Precaria Artificial basó el almacenamiento de datos en soportes electromagnéticos similares al de las cintas de audio o video. Dicho soporte demostró ampliamente el fracaso del material en su función de almacenamiento. Esto se debía a su veloz degradación, que provocaba ruidos e interrupciones identitarias que dejaban en manifiesto su prematura obsolescencia y avanzada estupidez.
Hace un par de décadas la Precaria Artificial fue definitivamente expulsada del Massachusetts Institut of Technology (MIT), quedando abandonada a la vagancia en el espacio virtual. Su expulsión se debió a que no logró superar el test de Turing, no pudo resolver algoritmos complejos de forma eficiente y demostró altos grados de promiscuidad. Actualmente es recuperada esporádicamente por fanáticas de lo obsoleto, que no logran darle utilidad más allá de la fantasía.